Si estás empezando en este sendero, puedes que hayas tenido problemas para vincular el trabajo mágico con tu vida cotidiana. Te cuento, no debes complicarte mucho, tan solo necesitas enfocarte.
Al inicio puedes que tengas choques de costumbres. ¿Cómo deshacer hábitos que llevas años haciendo? Y eso que no contamos con la presión de tu entorno familiar y social, porque sería tema para un artículo nuevo.
Y el problema está precisamente en ello. No eres dos personas distintas intentando complacer a todos. Si aprendes esa sutil diferencia, todo se hará sencillo. Acá te daremos algunas claves para ello.
No cambies unos hábitos por otros
Este camino es del despertar. Por esa razón es inútil intentes forzar unas costumbres por otras. Como es un sendero que recorre la vía natural lo obvio sería que de la misma forma inicies este ritmo de vida. Por ello, no cambies una cosa por otra, deja que todo fluya.
Si no lo haces, estarás realizando lo que no sientes. Nada es más frustrante que no apasionarnos por nuestras acciones y en este camino eso significa abandonar más temprano que tarde.
Cualquier trabajo mágico efectivo necesita solo de tres cosas para funcionar:
- Emoción intensa.
- Concentración fuerte.
- Propósito definido.
Cumplir tus compromisos debe ser igual tanto en el mundo cotidiano como en el trabajo mágico
Esto ni siquiera hay que recordarlo, pero es útil decirlo. Ten honor en tu palabra. Más aún si manejas fuerzas, debes saber que el poder de lo que dices aumenta. Honra tus compromisos, aún más que cuando no estabas trabajando con magia.
Si te comprometes a algo, cúmplelo. A cualquier costo. Los invisibles respetan a quien cumple su palabra. Sin duda, serán tus poderosos aliados que necesitas tener de tu parte.
Organiza tu tiempo si quieres que todo fluya
Es cuestión de mantener un orden. Incluye en tu agenda diaria lo que se relacione con la magia tal como un compromiso cotidiano cualquiera. Tu trabajo mágico no es distinto de tu profesión, estudio o eventos sociales.
Luego de “presentarse en la videoconferencia de la oficina” puedes incluir en tu agenda “limpiar el altar” o “recoger las hierbas para el trabajo de la noche”. Es válido. Yo te sugiero cada día la tarea “meditar 10 minutos en silencio”. Es algo básico para este camino. Estoy seguro de que podrás robarle ese pequeño tiempo a tu apretada agenda del día.
No eres una estudiante o trabajadora que practica la magia. Eres una bruja que también trabaja o estudia.
Como ves, puedes incluir el trabajo mágico de forma sencilla en tu vida diaria. Lo único es que no debes verlo como algo separado de lo que eres. Tampoco hace falta que le digas a todo el mundo las prácticas mágicas que haces. La razón es simple: ¿cuántas veces al día dices a qué equipo deportivo vas? ¿A cuántas conversaciones sacas a relucir dónde trabajas? Exacto, si te preguntan. Y dilo con la misma naturalidad.
Porque “natural” es la clave del trabajo mágico apropiado.