Si estás buscando comprar tu primer tarot, entiendo muy bien cómo te sientes. Hay tantos en el mercado, tan llamativos, bonitos e impresionantes que es posible que no logres decidirte.
Por esta razón, estas sencillas palabras basadas en la experiencia pueden servirte de referencia para no cometer los mismos errores y tener una decisión apropiada.
En retrospectiva, quisiera cambiar algunas cosas o empezar con menos edad, pero confío en que todo se da por una razón en especial. Solo con los años nos enteramos por qué.
Mi primer tarot no fue del todo mío
El primer tarot que llegó a mis manos no fue por voluntad propia. Resulta que a mi cuñado le habían regalado un Tarot de Marsella. Él no lo usaba, así que mi novia en ese momento me lo hizo llegar.
Como toda persona curiosa, me hice con un libro para estudiarlo (no me pregunten el autor, porque ni recuerdo) y comencé. El primer choque que puedes encontrar cuando te enfrentas de forma autodidacta con este camino es la manera de empezar. Tienes el libro, pero lo primero que descubres es que es algo que no debas memorizar.
El tarot es un arte que usa la intuición, así que ¿de qué forma sabes qué es correcto? ¿estás dando la interpretación apropiada? ¿lo que haces está bien?
Esas mismas dudas a mí se me presentaban cada día. Sin embargo, de eso casi veinte años. Ahora ¿qué fue lo que pasó?
Practicar con mi tarot fue esencial
Ya que su dueño no lo iba a reclamar, me dediqué por completo a estudiarlo. Nunca logré conectar con los arcanos menores, por lo que las lecturas las hacía solo con mayores. Primer error.
Una consulta debe realizarse con todo el mazo, pero como no lograba conectar con las 56 restantes, no me dediqué a profundizar esa debilidad. Segundo error. Lo mejor de todo es que mis amigos eran los primeros entusiastas en querer participar, por lo que campo de pruebas había.
Al inicio era más un juego místico que otra cosa, pero luego de cada lectura, al probar en vivo, iba aprendiendo. Ese fue el mejor acierto: la práctica constante. Si vas por tu primer tarot, necesitas usarlo muchísimo.
Luego de ello, lo dejé de lado una temporada hasta que entré en una escuela esotérica que también promovía el uso del tarot, con la única salvedad que enseñaban el Kier, más conocido con el nombre de Tarot Egipcio. Sus imágenes rompían el concepto que tenía porque no se organizaba por palos como el Marsella y las figuras se relacionaban muy poco con aquellas.
Lo bueno de eso fue que sí conté con un instructor que me orientó a entenderlo. Y digo así debido a que no me enseñó del todo, así que no esperes que si vas a tomar un curso te vayan a decir lo que representa o simboliza cada figura. Sin embargo, aprendí un par de claves que aún uso hasta hoy.
A pesar que tenga cada arcano el mismo principio, tu particularidad es la que te hace inclinarte por un significado
Dicho de otra manera, varias personas pueden ver distintas situaciones con la misma combinación de carta. Eso me llevó a dejar por completo todo libro de lado. Tenía que internalizar cada imagen. Por ello, cuando adquieras tu primer tarot ten presente esto: Debes establecer una comunicación con sus imágenes.
De nuevo a tomar cursos de tarot
Al momento de decidir regresar a un mazo más comercial, me encontré con una materia pendiente: el poco conocimiento con los arcanos menores. Por ello, debido a que formaba parte de un Coven Wiccano en esos tiempos, le pedí la ayuda a una solitaria que tenía experiencia en ello. Así que le solicité unas clases.
Al igual que la situación anterior, no esperes que un curso te diga todo lo que hay que saber. Me dio algunas claves, eso sí, pero de la misma forma tenía que hacer un trabajo diario y dedicarme si quería avanzar. Me sacó algunas dudas y lo que más agradezco es que puedes pedir la opinión de alguien y te saque de posibles errores, porque si aprendes mal, llevarás eso contigo.
Para hacer el cuento corto, basado en mi experiencia, te recomiendo que tu primer tarot sea un Rider Waite. ¿Por qué razón? Si estás iniciando, el lenguaje de sus imágenes es lo bastante sugerente para que entiendas de qué va el simbolismo de la carta.
Como segunda opción, Tarot Kier. Sus figuras son muy espirituales. A pesar de todo debes estudiar algo del antiguo Egipto para entenderlas. Se entiende mejor si conoces lo que consiste el trabajo iniciático hermético.
En tercer lugar, el Marsella, porque lo rico de sus imágenes son las mayores, pues tienen apariencia de grabados de la edad media. Lo siento por los que lo usan, pero no conecté con sus arcanos menores. Todos me parecían iguales. No menosprecio ese mazo, solo no me pude acoplar con él.
Si aprendes estos tres tarot, tendrás la base suficiente para leer cualquier otro modelo de cartas apenas la saques del empaque. Esto se motiva porque la inmensa mayoría deriva de estos tres estilos.
Recomendaciones para iniciarse con el tarot
Para resumir, con tu primer tarot debes considerar:
– Conocer los que existen en el mercado. El primer tarot no es el único que usarás. Recomiendo el Rider Waite porque sus imágenes son sencillas de entender y aprender a usar la herramienta.
– La lectura es una base, pero no es lo único. Al ser un apoyo intuitivo, el libro (o el curso) solo es una guía para que aprendas a sintonizar con el lenguaje que ofrecen las cartas.
– Un curso no te hace tarotista. No importa qué tan reconocido sea el facilitador. Nunca te podrá enseñar todo lo que existe del tema. Los buenos profesores te ayudan a entender cómo abordarlo por ti mismo.
– La práctica. Si lees una hora, lleva las cartas a la mesa otras seis. La habilidad se desarrolla poniéndola en actividad. No importa que tus primeras lecturas sean locuras (que de hecho, así lo serán, pues nadie nace con la habilidad tan clara), lo importante es que aprendas.
Una recomendación es que tomes nota luego de la lectura. Qué salió y qué dijiste. Más adelante has seguimiento al resultado y compara con lo que interpretaste. ¿Tuviste razón? ¿Te pareció que lo que se ocurrió en el momento era lo correcto y no lo que terminaste diciendo, ya que el libro así lo decía?
Ese tipo de anotaciones sin duda te servirán de mucho. Mientras más tiempo hagas lectura, mejor te volverás, porque la intuición y la habilidad de leer el tarot se desarrolla con el trabajo. Así que no te desanimes si te dicen que si no naces con el “don” no podrás avanzar.
Si quieres consultas de tarot o incluso, aprender de lleno con mi mentoría, estoy disponible para ayudarte. Cursos simples pero efectivos, enfocados en que puedas desarrollar la intuición.