Nada se nos otorga en forma de regalo, ni siquiera la vida. Seguimos anclados a leyes superiores como el retorno, recurrencia y reencarnación. Esta existencia tiene mucho de las pasadas, y ningún evento, persona o acontecimiento que se presente es mera casualidad. Estamos inmersos en una red que hemos tejido en vidas pasadas. Pero eso es otro tema.
Si nada se nos da como un obsequio, entonces, ¿Qué hacer? La respuesta es más simple de lo que crees: ejecutar buenas obras.
Una persona es lo que son sus actos, ni más ni menos. Yo puedo hablar bonito, escribir mejor, pero al final seré recordada por lo que hice y no tanto por lo que dije.