Después de la muerte: ¿Temer o esperar lo mejor? 2 posturas opuestas

Lo que existe después de la muerte es un tema muchas veces tratados. Es tanto el miedo a lo desconocido que el ser humano, en su afán de dar explicación a todo, ha brindado algunos consuelos. La vida es un ciclo y la sociedad mantiene esta parte como un tabú. Celebran la vida, con justa razón, pero no enseñan a prepararnos hacia el final de ella. Por ello, de acuerdo al paganismo… ¿Qué hay después de la muerte?

La vida después de la muerte nos da muchas incógnitas. La razón principal es que no abundan las personas que nos digan lo que ha pasado después de morir. Sin embargo, existen tantas explicaciones como formas de pensar en el mundo. Esto no es más que un acercamiento sobre el tema para dar algo de luz.

Lo que la ciencia dice sobre la muerte

La muerte es el cese de funciones orgánicas. Incluso, muchos mantienen la postura que todo está ligado a la actividad cerebral. Por ello, mientras el cerebro funcione, la persona vive. Se puede mantener operando el cuerpo de forma artificial cuando el cerebro muere, pero tan solo es impedir que el cuerpo se descomponga de forma natural. Eso no es vida para el individuo. Está clínicamente muerto y se tiene claro que desconectar su organismo de los aparatos traerá un colapso de sus sistemas, sin repercusiones legales.

Para la ciencia, no hay evidencia de algún tipo de vida después de la muerte. Todo se reduce al cerebro y aún no se demuestra que la persona herede a nivel genético ningún tipo de recuerdo de otra existencia. Eso hay que tenerlo en cuenta, ya que lo que las experiencia que no tengamos en esta oportunidad no puede tomarse de ninguna otra forma. La excepción estaría en los genes, pues se sospecha que algunos comportamientos vienen programados por esa vía.

La ciencia y la vida después de la muerte

Ese es el punto donde la ciencia y la religión toman posturas distintas. Mientras la primera no logra explicar por qué el condicionamiento y el ambiente no logra influir en las decisiones de alguien en algunos casos, la segunda simplifica como influencia del alma. Es allí donde lo que uno no puede decir, el otro abunda en detalles, hablando de las experiencias acumuladas de otras vidas.

A pesar de todo, la experiencia que narran aquellos que mueren unos minutos y luego regresan, la ciencia la aborda de esta manera: El cerebro, a falta de estímulos al “morir el cuerpo”, crea secuencias para mantenerse operativo. Esto es semejante a sueños. Dependiendo las creencias y experiencias de la persona, puede tener alucinaciones sobre lo que cree.

Vida tras vida: la reencarnación o retorno

Por otro lado, las diversas religiones tienen una postura menos simple. Para entenderla hay que entender el siguiente principio:

Nosotros no somos el cuerpo, somos la conciencia que usa este organismo como un traje para experimentar la vida

Esto le darán diversos nombres: alma, espíritu, conciencia infinita, etc. Si entendemos que nosotros realmente no somos este cuerpo, la incertidumbre acerca de qué hay después de la muerte perderá efecto. La respuesta es simple: Otra vida.

No viviremos como un espíritu del otro lado, sino que tomaremos otra vida. Muchos coinciden en que hay un breve receso entre una vida y otra. En ella, se recapitulan las acciones y se toman las decisiones para tener nuevas experiencias. Es acá cuando entra en juego los diversos senderos.

La historia de la vida eterna después de esta vida

El cristianismo y demás religiones semejantes argumentan que luego de morir existen dos caminos. Si tu vida fue recta (y obedeciste los mandamientos de su libro) te recompensan con una vida eterna de plenitud en el cielo. En cambio, de no ser así, vendrá la condenación eterna en el infierno o lugar de tortura. No hay puntos medios, aunque en realidad existe el limbo o purgatorio, pero no hablaremos de eso ahora.

Nuestro pensar nos lleva a decir que esta simple concepción se fundamenta en algo más terrenal. Hace algunos siglos el poder de la iglesia era tal que necesitaba mantener bajo control a sus súbditos / trabajadores. Para que pudiesen soportar los castigos y explotación, en su adoctrinamiento se aseguraba que de ser obedientes (especialmente a sus representantes en la tierra) y temerosos de dios, recibirían una recompensa. Esto no es más que una vida eterna de dicha y felicidad.

¿Qué mejor control sobre el comportamiento de alguien? Si no dan problemas ¿Qué más da algunos años de sufrimiento acá? Pero eso sí: si no obedece, será una eternidad de sufrimiento. Es la fórmula perfecta. ¿Cómo lo explican? De forma muy sutil puedes leerlo en este artículo. Sufre ahora y sé obediente, que luego será la recompensa.

Vida eterna: Método de control

Como paganos, sostenemos que esta concepción no tiene mucho sentido. Ni siquiera la propia naturaleza es así. Todo es un ciclo. Luz y oscuridad. Crecer y decrecer. La propia existencia no sería muy distinta. Incluso en algunas corrientes se asegura que existe cierto receso donde el alma (o lo que sea que seamos) permanece, pero luego regresa a continuar haciendo algo.

La región inferior (infernus) es un lugar de purificación, para preparar el ascenso de nuevo. Visto así, no sería tan malo. El cielo sería un lugar donde los más adelantados toman una pausa decidir de qué forma realizarán las nuevas experiencias. Eso sería definitivamente mucho más sensato.

Si se trata de la vida después de la vida hay que considerar lo que hacemos en esta. De lo que hacemos ahora, dependerá qué experimentaremos en el futuro. Aunque no es igual para quienes nos quedamos y vemos partir a alguien, claro. Para ello, escribimos un artículo sobre cerrar ciclos.

¿Por qué no recordamos después de la muerte?

Este es un argumento de muchos que sostienen que no existe más allá que esta vida. Podemos dar una explicación más simple de lo que crees: Los recuerdos están atados a nuestro cerebro físico. Esto se evidencia con aquellos que sufren algún accidente y pierden recuerdos. Incluso, ancianos que al degradarse su capacidad neuronal no recuerdan muchas cosas de su vida.

Este entramado eléctrico es el responsable que recordemos cosas. A veces ni siquiera sabemos dónde hemos colocado las llaves. Las citas importantes se nos pasan. ¡Cómo vamos a recordar algo antes de haber nacido! Es la manera en que entendemos el asunto. Las experiencias pasan a la conciencia, lo que en verdad somos. Los detalles quedan en nuestro cerebro y eso se pierde al morir.

Sin embargo, existen hechos que nos marcan tanto que trascienden. Eso es lo que se capta cuando se hacen regresiones o cuando alguien pasa por algún sitio que activa el evento. El Deja Vu es otra cosa y no tiene que ver con recuerdos de existencias.

¿Qué hay entonces después de la muerte?

Aún no hay una explicación exacta y real. Lo que podemos decir es que depende de tu corriente. Lo que sí estamos seguros es de lo siguiente:

  • El cuerpo es el vehículo para recibir experiencias.
  • Lo real en nosotros es invisible y eterno.
  • Al morir, se deja el vestido (cuerpo) y se continúa más allá.
  • Lo eterno en nosotros regresa más de una vez.
La vida después de la muerte como un ciclo eterno

La reencarnación habla más de este hecho, pero da muchas connotaciones religiosas que en ocasiones no compartimos los paganos. En lo particular consideramos que existen tres cosas que hay que diferenciar muy bien y son estas:

Cuerpo

Es el vehículo, limitado y frágil. Al cesar sus funciones se integrará de nuevo con la tierra. Viene a ser el que permitirá a la conciencia, alma o espíritu expresarse en el mundo.

Cuerpo energético

Se forma en cada vida. Es la suma de los valores de cualquiera. Se queda junto al cuerpo. Este viene a ser el “muerto”, que se puede llamar y contactar en la magia. Al que se le reza, invoca o molesta a los vivos. Es el “fantasma” o sombra.

Conciencia

Puede llamarse alma o espíritu. Es lo eterno, lo que sigue más allá. Luego podrá tomar otro cuerpo y “reencarnar”. No guardará recuerdos pero sí la experiencia de cada vida, haciéndolo más sabio.

Bajo nuestra experiencia, esto sería lo único real. Esta manera de ver la vida es lo que explicaría muchas cosas, como la existencia de fantasma o el uso de muertos para trabajos de magia. Todo ello no dejaría de lado la idea de ser eterno que aprende al ir y venir. La vida después de la vida tendría más sentido de esta forma.

De acuerdo a tu tradición ¿Cómo ven la vida después de la muerte? Coméntanos.

1 comentario en «Después de la muerte: ¿Temer o esperar lo mejor? 2 posturas opuestas»

  1. Creo absolutamente en la reencarnación. No sé más que eso. A pesar de haber leído sobre el tema, cdo creo que ya lo he entendido, tantas dudas vuelven a aparecer que regreso al punto de partida. Pero creo en la reencarnación porque me hace feliz creerlo. Gracias. Me gustó mucho leer ésta publicación.

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